Las rejas de nuestras casas, junto con las puertas ornamentadas, representan un legado de belleza que ha perdurado como parte de nuestro patrimonio cultural. Este embellecimiento de los hogares, inspirado en el arte arquitectónico del pasado, refleja la fuerte influencia de la arquitectura europea en Buenos Aires entre los años 1800 y 1940. Estas puertas y detalles arquitectónicos no solo embellecen nuestras calles, sino que también nos conectan con nuestra historia y nos invitan a valorar la riqueza cultural que implican.
Tuve la oportunidad de informarme más sobre este tema gracias a la ONG "La Destrucción No Para", una Asociación Civil dedicada a la conservación del patrimonio arquitectónico de Buenos Aires. Esta organización trabaja incansablemente para visibilizar el peligro que enfrentan los recursos arquitectónicos no renovables, muchos de los cuales están en riesgo de desaparecer debido a la demolición indiscriminada.
Particularmente, la arquitectura del período del Centenario, que abarca de 1880 a 1940, está siendo demolida a un ritmo alarmante, lo que pone en peligro no solo las estructuras físicas, sino también la identidad de numerosos barrios porteños. Este cambio no solo altera la escala urbana, sino que también transforma profundamente nuestra cultura patrimonial.
Tp: Formato expositivo 
Catedra Ex la Ferla 
2023
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